Esta segunda semana del mes de enero, hemos tenido el primer taller cooperativo, con la visita de las madres de Marc, Zaida, Irene y Andreu.
La idea de estos talleres es favorecer la implicación de las familias en las tareas escolares de sus hijos e hijas y de forma indirecta, lograr que los alumnos se vayan familiarizando con el trabajo en equipo, ayudarse unos a otros, pero también esperar el turno, aprender a preguntar y pedir ayuda, respetar a los adultos y a los compañeros, y desde luego, pasar un rato divertido con la presencia de las propias madres y/o padres o de las de sus compañeros de clase.
El taller de Paula, la mamá de Marc, es el que marcaba más o menos el tiempo de duración de las demás actividades, que van rotando aproximadamente cada 15 minutos, con un pequeño corte para ir al baño a media jornada de la tarde.
Se trata de encolar la superficie de una cartulina para ir pegando encima papeles de seda formando un mosaico. La orden era procurar alternar los colores aunque como hay que hacer capas, realmente no importaba mucho poner dos iguales juntos.
Esta actividad es la primera parte del cuadro de Menchu Lamas, el Pez Rojo. Una vez seca la superficie se barniza y se pega encima el pez, que será picado en papel charol.
El taller de Esther, la madre de Irene, consiste en sacar una letra mayúscula de la bolsa e identificar su forma en la ficha preparada, diciendo su nombre o sonido, o simplemente asociándola al nombre de algún niño/a de la clase.
El Taller de Gema, la madre de Zaida, consistía en identificar las "vocales" y el resto de las letras de los nombres de los compañeros/as de clase. Para ello, utilizamos las tarjetas de los nombres propios con letras móviles, que es un material elaborado por mí y que me da mucho juego para trabajar el Nombre Propio y el de los demás y que ya utilicé con éxito en la anterior promoción.
Con rotulador rojo escribían las vocales debajo del nombre del compañero, una vez identificado o "leído" y con el azul, las consonantes. Algunos miran las vocales en el mural de la pizarra, pero van reconociendo los dos grupos de letras.
El taller de Susana tenía la novedad de Juegos con Dados, que es la primera vez que lo proponía en esta clase, pero que me encanta, porque los dados en sí son un material manipulativo matemático con muchas posibilidades en estos niveles de aprendizaje del número.
Una vez lanzado el dado, identifican la cantidad que aparece en el mismo y colorean el dígito correspondiente en la ficha preparada al efecto, que semejan bolas de nieve alrededor del muñeco. El aliciente del juego es que el dado tiene luz efecto flash al tirarlo.
Algunos deben contar los puntitos de los dados porque aún no identifican la formación, pero es cuestión de jugar y aprender.
Como agradecimiento y recuerdo del primer taller, la foto de "familia".
Muchas gracias a las mamás participantes y hasta la próxima.