En primer lugar distribuyó por los equipos las diferentes plantas aromáticas que había recolectado en la montaña: espliego, romero y tomillo. Les pidió a los niños que las tocaran, para que les quedara el olor impregnado en las manos, que repitieran el nombre de cada una y observaran las diferencias de las hojas, les contamos que estas hierbas sirven para hacer medicinas y también para aderezar las comidas, que dijeran cuál era el aroma más o menos agradable, que observaran como al tocarlas se deshacían, y todas las respuestas a las preguntas que ellos iban haciendo.
De más está decir que no habían visto nunca estas plantas.
Algunas mantenían las raíces. Así que pudo explicar que es la parte de la planta que absorbe las sustancias de la tierra y el agua necesaria para vivir.
Después los alumn@s fueron poniendo ramitas de las tres especies dentro de los saquitos preparados y decorando la etiqueta con el nombre y los rotuladores de cuñitos.
Así quedaron los saquitos listos para llevar a casa.
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